Narración

Tipos de Narradores

Empezaré por señalar los tipos de narradores. Esto es algo bastante extenso y que ha sido desarrollado suficiente en internet, por lo que me limitaré a enumerar los principales y señalar sus características, enfatizando sus ventajas y desventajas.

Comienzo por señalar que aunque seas tú, como escritor, quien desarrolla la obra, esa voz narrativa no debe ser la tuya. El narrador que elijas debe ser parte de la obra, tener su propia voz y temperamento, casi como si fuera un personaje más así sea Heterodiegético, es decir, que no participe dentro de la trama. Pero quiero resaltar que entregarle personalidad propia a tu narrador, o narradores, te permite explotar el humor, la ironía, el desánimo o cualquier sentimiento durante la escritura. Por ejemplo: en una parte de La Gran Voluntad. Grietas Oscuras (segunda parte de la saga: La Gran Voluntad). Tres hermanos deben escapar de una cabaña donde son acechados por un Ogro, en ese momento uno de ellos intenta colocar una mesa debajo de una ventana para escalar y escapar. La mesa se despedaza por ser muy vieja y se narra que: permanece viéndola con rabia; como si con eso la fuera a reparar…

Así imprimí ironía dentro de una escena de angustia, tratando de enfatizar el “carácter” del narrador. Bien podría haber dicho que solo permaneció viéndola con rabia, pero me gusta otorgarle una chispa de arrogancia, ironía y otros aspectos a mis narradores. Esto también te permite, una vez terminada una obra, embarcar en otra con una nueva manera de narrar. Así elijas el mismo tipo de narrador, si en uno aplicaste cierto carácter, como por ejemplo humor ya que la historia lo permitía, en la siguiente puedes introducir otra cualidad, y diversificar a un estilo más serio, lo que es útil si por ejemplo, escribes diferentes obras para diferentes públicos. Como es el caso de las narrativas entre mis dos primeras obras. En la primera “La Gran Voluntad” juego con diferentes narradores, pero el momento de emplear el omnisciente le imprimo sentimientos a modo de expresar una dimensión aparte, como la ironía o el sarcasmo apropiado (según yo XD) para un público adulto. Mientras que en “El Instrumento”; mi otra saga, me expreso tal y como lo haría el protagonista a modo de empatizar con el público más juvenil, acorde con la edad del personaje.

 

Quisiera mencionar un narrador bástate peculiar que llamó mucho mi atención cuando leí la obra de León H. Savoia, la trilogía épica llamada Eterráno. Su narrador es omnisciente y se mueve en el tiempo pasado, pero se expresa con tanta naturalidad que pareces escuchar la voz junto con los diálogos de los personajes, en ocasiones me produjo la sensación de que era uno más en la trama a pesar de no ser el caso, ya que su estilo y expresiones son originales y convierte la lectura en un viaje lleno de picardía, emoción y humor sin restarle el debido impacto y seriedad a las escenas que lo ameritan, otorgando una personalidad profunda y cambiante a ese personaje ausente y valioso llamado narrador que hasta provoca preguntarle: “¿Qué sucederá luego?” Por el grado de empatía que genera.

Ahora a lo que vinimos: tipos de narradores, ventajas y desventajas

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Narrador omnisciente.

Es el que todo lo ve y todo lo sabe, puede mencionar eventos que no ocurren durante la escena que se desarrolle en el momento, exponiendo eventos alejados tanto en tiempo como espacio. Su única carencia es la limitación, y es capaz de revelar el mundo interior de los personajes, señalando lo que piensan sin duda alguna, o hablar por sí mismo, abarcando toda la escena. Puedes manejarlo en tiempo presente o pasado, incluso mencionando el futuro sin requerir una explicación lógica de cómo está enterado que eso sucederá, como sí habría que justificar con otros tipos de narradores. Siempre y cuando comprendas que si saltas de un tiempo a otro sin justificación se notará un desfase en tu escritura.

Este es el narrador más fácil de trabajar, equivalente a un ser supremo que observa el universo de la obra como un espectador capaz de moverse a donde quiera, con acceso ilimitado a los eventos ocurridos, que ocurren en el momento, o que ocurrirán.

 

Es muy útil para principiantes y te permite crear historias detalladas, pero con un toque impersonal que puede ser sopesado con un poco de originalidad en la expresión.

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Narrador Objetivo

Es el equivalente a “presenciar” la obra desde el punto de
vista de un personaje, pero no hablas a través de él o ella. Se entiende de
forma visual, a que tuvieras una cámara encima de tu personaje, que registra lo
que ocurre y puede o no enfatizar algunos detalles personales, mas no llega a
profundizar demasiado. No puedes, por ejemplo, decir cómo se siente la persona
que habla con tu personaje. Puedes demostrarlo mediante sus expresiones y
comportamiento pero resulta en algo subjetivo, no queda establecido sin lugar a
dudas que dicho personaje no esté fingiendo sus estados de ánimo, como sí
podría hacerse con un narrador omnisciente.

Las obras narradas de este modo dificultan el empatizar con
los personajes ya que todo quedará escrito de forma más objetiva, tal cual
ocurren, sin abordar el plano sublime de pensamientos y sentimientos a un grado
profundo y claro como lo permiten otros narradores. Mas sin embargo, cabe
destacar que este es el tipo de narración empleada en la saga de “Harry Potter”
de JK. Rowling. Y ella misma ha señalado sucesos que no pudieron ser
expresados en sus libros ya que, el enfoque del narrador objetivo estaba sobre
Harry en la mayor parte de la historia. Así no podemos estar conscientes, por
ejemplo, que a Ginny Weasley le gustaba Harry desde siempre y que todos sus
amoríos eran planeados para darle celos. Eso no se cuenta, y no es hasta que
ella lo reveló que pudo ser confirmado.

Aquí entonces nace una posibilidad que me gusta llamar, post
histórica. Es decir, una vez que tengas tu libro publicado, pueden jugar con
los datos omitidos por nociones de narrativa, para crear contenido publicitario
que expandan tu mundo narrativo. Algo que también se puede con otros
narradores, pero este resulta mejor para ello.

Este tipo de Narrador también se considera Heterodiegético, ya que no participa activamente en la trama, es decir, no puede alterar los sucesos.

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Narrador Primera Persona

Entramos en la clasificación de Narradores Homediegéticos; es decir, que participan en la trama.

Es técnicamente un personaje de la obra, que se habla a sí mismo o a los demás personajes y todo queda registrado en la narrativa. Este es un buen elemento si, por ejemplo, deseas crear mayor empatía entre el lector y tu protagonista. Es llamativo lo mucho que se llega a profundizar empleando este tipo de narrador, ya que puedes, y debes, ampliar la perspectiva de este o esta para señalar sus emociones, pensamientos e ideales, ingresando en su mundo íntimo y personal, explorando sus deseos, miedos, gustos y repulsiones de forma amplia y detallada.

Este narrador debe ser manejado con cautela, comprende que a diferencia del omnisciente, este no puede narrar nada de lo que no esté enterado más allá de sacar conjeturas, y también abre la posibilidad de jugar con el lector, señalando las creencias del personaje, y mediante el ambiente y las demás partes de la trama, dejar en claro que el protagonista se equivoca. Es decir, puedes crear una realidad verdadera, y una subjetiva. La primera es la que estableces en el universo de tu obra, los sucesos que describes y los involucrados. La segunda es la comprensión que haya tenido el “narrador” al momento de estar presente, o de haberse enterado. Así, entregas un nuevo matiz, una nueva dimensión a la escritura. Pudiendo contar una o varias historias de forma simultánea.

Este narrador puede trabajar tanto en presente como pasado, sin que haya necesidad de expresarlo con frases como: yo creo que…

Ya que uno no se dirige a sí mismo de este modo muy frecuentemente. Y recomiendo tener cuidado cuando se narren ituaciones de acción o uy movidas, ya que por ejemplo, si describes que tus personajes escapan de un terremoto, no puedes señalar la posición de cada uno si el personaje narrador no se encuentra en la perspectiva adecuada para visualizarlos a todos. Esto representa ciertas limitantes que puedes explotar en emociones si lo sabes manejar, Como escritor(a) sabrás la posición exacta de cada uno, pero puedes jugar con el hecho de que tu personaje narrador no, así que puedes transmitir la angustia de perder a sus compañeros, aunque luego reveles que se encuentra sano y salvo.

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Narrador Testigo

Este narrador te permite describir a fondo a más de un personaje a la vez. Hablará de otro desde su propia perspectiva, así que el modo de expresarse demostrará la personalidad propia del otro personaje, que generalmente debe ser el protagonista, y a su vez, a través de sus palabras puedes entresacar la personalidad y aptitudes del narrador en sí. Imagina que escribes la historia de un sujeto que ayuda a su esposa para salir de una enfermedad terminal. Si eliges de narrador al sujeto, que estará junto a su esposa, entonces describirás lo que suceda, cómo se desarrollan los síntomas en ella, Cómo se siente, los altibajos de la enfermedad y demás. Todo desde su perspectiva pero enfocado en su mujer. Este es un ejemplo básico, pero funciona para explicar el desenvolvimiento de este tipo de narradores También este tipo de Narrador permite establecer diferentes realidades jugando con el ambiente y las creencias del personaje que narra. Una sería lo que él o ella piensa, y puedes manifestar una realidad diferente, desconocida por el narrador que terminará descubriendo o no.

Foto de KoolShooters en Pexels

Narrador Segunda Persona

Pudiendo ser un personaje de la obra o no, este tipo de narrador te permite dirigirte al lector personalmente en algunas ocasiones, introduciéndolo en lo que ocurre. Puede emplear frases como: “ves lo que ocurre delante de ti pero no sabrás por qué sucedió”. Haciendo que el lector reflexione sobre los sucesos, o empleando la técnica de relatar una parte de la historia dirigida a tu lector como si fuera él quien participa.

A mi parecer este narrador tiene la limitante de no poder abarcar demasiado público, ya que si consigues que un lector se involucre es porque congenia con el modo de pensar o las acciones que tomará el personaje donde lo introduces al señalar acciones que según tú, realiza.

Por ejemplo, si utilizas una frase tipo:» encendiste un cigarrillo antes de comenzar a elaborar tu plan». Alguien que no fume no se verá reflejado en esa acción.

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Perspectiva Múltiple

Una historia no requiere de un único narrador, cabe destacar que puedes alternar el punto de enfoque de la historia cambiando no solo el personaje que narra lo sucedido, sino que también puedes optar por cambiar de un narrador Testigo (por ejemplo), a cualquier otro si sabes manejar el texto. Conviene al menos emplear un solo “tipo de narrador” dentro de un capítulo entero. Y señalo “tipo” porque puedes dedicarte solo a primera persona pero cambiando el personaje, si deseas señalar lo que ve y siente cada uno en un mismo momento o sobre la misma situación. Esto resulta delicado pero no imposible, y solo aconsejo que solicites al alguien más que lea un capítulo si llegas a hacer este tipo de cambios. Así puedes preguntar si se comprende claramente los cambios de perspectivas. Si quieres señalar que tus personajes se dirigen hacia un lugar como parte de la trama, pero allí conseguirán contratiempo y decides señalarlos de antemano para crear expectación por el bienestar de tus personajes, entonces puedes emplear el narrador omnisciente para describir la situación general. y luego realizar un salto señalando los diferentes puntos de vistas de tus personajes que desconocen el peligro venidero.

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